Si tienes un cachorro, probablemente habrás notado que tiende a devorar su comida en segundos. Aunque parece inofensivo, comer demasiado rápido puede tener serias consecuencias para su salud y bienestar. En esta guía, te contaré por qué los cachorros comen tan rápido, los riesgos que esto implica y, lo más importante, cómo enseñarles a disfrutar de su comida de manera pausada. Recuerda que lo que le enseñes ahora será clave para que crezca siendo un perro equilibrado y saludable.
¿Por qué tu cachorro come tan rápido y cómo afecta su salud?
Los perros, por naturaleza, son animales de manada que históricamente competían por recursos. Esta conducta instintiva sigue presente en muchos cachorros, quienes sienten la necesidad de “asegurar” su ración comiendo rápido, incluso cuando están solos en casa. Aunque esto pueda parecer normal, si no se corrige a tiempo, puede derivar en problemas de salud a largo plazo.
Comer rápido no solo afecta la digestión, sino que también genera un comportamiento ansioso. Enseñarle a tu cachorro a comer con calma mejorará su salud digestiva y fomentará una relación más tranquila y menos ansiosa durante las comidas, lo cual será clave para su bienestar futuro.
Posibles enfermedades derivadas de comer rápido
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Diabetes y sobrepeso: Comer rápido puede llevar a una sobrealimentación, ya que el cachorro no tiene tiempo para sentir cuándo está lleno. Esto puede contribuir a un aumento de peso, incrementando el riesgo de desarrollar diabetes en su etapa adulta.
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Síndrome de malabsorción: Ingerir la comida sin masticar adecuadamente puede hacer que el sistema digestivo del cachorro trabaje de forma ineficiente, derivando en un síndrome de malabsorción. Esto afecta la correcta absorción de nutrientes esenciales, perjudicando su crecimiento y desarrollo.
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Parásitos intestinales: Los cachorros que comen rápido tienen un mayor riesgo de ingerir parásitos, especialmente si comen del suelo o si la comida no está bien masticada. Estos parásitos afectan la salud intestinal y la absorción de nutrientes.
Por último, comer rápidamente aumenta el riesgo de hinchazón o distensión abdominal, lo que podría derivar en una torsión gástrica, una condición potencialmente mortal. Aunque este riesgo es menos común en cachorros, sigue siendo una razón importante para enseñarles a comer despacio.
Consejos efectivos para enseñar a tu cachorro a comer más despacio
A continuación, encontrarás técnicas que no solo ralentizarán el ritmo de tu cachorro al comer, sino que también contribuirán a su bienestar general y a desarrollar un comportamiento más calmado.
1. Reparte su comida en varias tomas al día
Dividir la comida en varias tomas es fundamental para el bienestar general del cachorro, especialmente en sus primeras etapas. Es crucial repartir la ración en al menos tres porciones diarias, ya que esto no solo ayuda a reducir la ansiedad, sino que también asegura un desarrollo saludable y equilibrado.
Además de dividir las comidas en porciones más pequeñas, podrías sugerir establecer horarios fijos para cada toma. Esto no solo ayuda a reducir la ansiedad del cachorro, sino que también establece una rutina. Los perros, especialmente los cachorros, se sienten más seguros y tranquilos cuando tienen horarios predecibles para sus actividades diarias.
Este enfoque no solo reducirá su velocidad al comer, sino que también repartirá su energía de manera uniforme durante el día, ayudándolo a mantener un nivel constante de actividad y bienestar.
2. Enseñar autocontrol: Esperar la orden antes de comer
Enseñar autocontrol a tu cachorro es clave para que aprenda a gestionar la ansiedad relacionada con la comida. Un método muy efectivo es entrenarlo para que espere pacientemente antes de empezar a comer. Este ejercicio no solo enseña a tu cachorro a comer con calma, sino que también mejora su obediencia general. Un buen consejo sería usar el mismo comando verbal cada vez, para reforzar la consistencia. Ejemplo: “¡Quieto!” seguido de “¡Ahora sí!” cuando ya esté listo para comer.
Cómo enseñarle a esperar:
- Coloca el plato de comida frente a tu cachorro, pero bloquea su acceso al plato con tu mano o cuerpo.
- Di claramente “Espera” o “Quieto” y mantén el contacto visual con él.
- Cuando tu cachorro se quede quieto o se siente y te mire, dale una señal verbal como “¡Ahora sí!” y permite que coma.
- Si se lanza antes de tiempo, simplemente retira el plato y vuelve a intentarlo hasta que entienda que solo puede comer cuando tú le das la orden.
Repetir este ejercicio en cada comida fortalecerá su autocontrol y reducirá su ansiedad, ya que entenderá que recibirá su comida solo cuando esté tranquilo.
3. Uso de comederos antivoracidad: Controla la ansiedad
Los comederos antivoracidad están diseñados para hacer que el perro tenga que “trabajar” un poco más para conseguir su comida, lo que reduce la velocidad con la que ingieren su alimento. Estos platos tienen divisiones o formas que crean obstáculos, obligando al perro a tomar bocados más pequeños.
Si no tienes acceso a un comedero antivoracidad, puedes crear uno en casa fácilmente. Coloca algunas pelotas pequeñas (del tamaño adecuado para que no pueda tragarlas) dentro de su plato de comida. Esto obliga a tu cachorro a empujar las pelotas con su hocico para acceder a la comida, lo que reduce considerablemente la velocidad con la que come.
Otra opción es usar cubitos de hielo en el plato. Los cubitos no solo añaden un desafío para acceder a la comida, sino que también mantendrán al cachorro entretenido y comiendo de forma más pausada.
Consejo extra: Cambia la posición del plato de tu cachorro colocando su comida en diferentes lugares de la casa para que tenga que caminar entre bocados.
4. Sembrar la comida: Convierte la hora de comer en un juego
Sembrar la comida consiste en esparcir pequeñas cantidades de alimento por el suelo o en el jardín para que tu cachorro utilice su olfato y tenga que buscar su comida. Esta técnica no solo ralentiza su ritmo al comer, sino que también lo mantiene mentalmente activo, ya que el acto de olfatear y buscar simula una parte de su comportamiento natural de caza.
Para hacer el juego aún más interesante, puedes esconder la comida detrás de muebles o debajo de alfombras (siempre en lugares accesibles) para que tenga que usar su ingenio para encontrarla.
5. Juguetes interactivos para comer: Mental y físicamente estimulante
Los juguetes interactivos, como el Conic de Rucan, son una excelente forma de ralentizar la ingesta de comida. Estos juguetes permiten rellenar el interior con comida húmeda o bolitas de pienso, de manera que tu cachorro tenga que trabajar para obtener la comida poco a poco. Además de ralentizar su alimentación, este tipo de juguetes también estimulan su mente y los mantienen entretenidos durante más tiempo.
Cómo hacerlo más interesante:
Rellena un juguete interactivo con parte de su comida diaria y mézclalo con un poco de comida húmeda o agua para que sea más difícil de extraer. Coloca el juguete en el congelador durante unas horas. Cuando se lo des a tu cachorro, estará entretenido durante mucho tiempo tratando de sacar la comida congelada, lo que ralentiza significativamente su ingesta y lo mantiene ocupado.
Los juguetes interactivos también son útiles para reducir la ansiedad por separación, ya que mantienen a tu cachorro distraído y feliz mientras está solo.
Consejo adicional: Un buen consejo sería rotar los juguetes interactivos. Esto mantiene el interés del cachorro y evita que se aburra de siempre usar el mismo juguete. Incluso, podrían añadirse más juegos interactivos caseros que se puedan construir con elementos de casa, como cajas con compartimentos.
6. Juegos de olfato: Esconder la comida en una toalla enrollada
Otra técnica divertida y efectiva es esconder la comida en una toalla enrollada o en una manta. Esto obliga a tu cachorro a usar su olfato y habilidades para desenrollar la toalla y encontrar su comida.
Cómo hacerlo:
Toma una toalla o manta grande y esparce pequeñas cantidades de bolitas de pienso dentro de los pliegues. Luego, enrolla la toalla, creando un “rompecabezas” sencillo que tu cachorro deberá resolver para encontrar cada bocadito. Este tipo de actividad le da a tu cachorro un desafío físico y mental, ralentizando su ritmo al comer y manteniéndolo entretenido.
Consejo extra: Puedes hacer el juego más complejo usando más pliegues o enrollando la toalla de maneras más complicadas a medida que tu cachorro mejora su habilidad para resolver el rompecabezas.
Estableciendo las bases para un perro adulto equilibrado
Todo lo que enseñas a tu cachorro ahora tendrá un impacto directo en su comportamiento futuro. Estos ejercicios no solo lo ayudarán a comer despacio, sino que fomentarán la calma y el autocontrol, dos habilidades esenciales para cualquier perro adulto equilibrado.
La importancia de la consistencia: Sé constante en la aplicación de estas técnicas. La clave del éxito en el entrenamiento de un cachorro es la repetición y la paciencia. Cuanto más practiques estas técnicas, más rápido tu cachorro adoptará el nuevo comportamiento como un hábito.
Beneficios a largo plazo: Un cachorro que aprende a comer despacio tiene menos probabilidades de desarrollar problemas digestivos, ansiedad por la comida o sobrepeso en el futuro. Además, estas prácticas fortalecen su vínculo contigo, ya que ambos disfrutan de interacciones calmadas y positivas durante la alimentación.
Conclusión
Implementar estas técnicas no solo ayudará a que tu cachorro coma de forma más pausada, sino que también mejorará su comportamiento general y su bienestar. Con paciencia y constancia, verás grandes resultados. Tu cachorro aprenderá a comer despacio, lo que beneficiará su salud y tu relación con él. ¡Empieza hoy mismo a aplicar estos consejos y verás cómo tu pequeño amigo peludo disfruta de una vida más calmada y equilibrada!
Gracias por la información. Muy útil
Gracias a ti por tu comentario!